lunes, 9 de junio de 2008

Los desaparecidos


Ayer finalmente vi la muestra: desaparecidos
Fui cuando estaban a punto de cerrar y la lluvia caía fuertemente. La Compañía de Jesús estaba casi en penumbra y había muy poca gente.

En cuanto entré sentí un olor penetrante, algo del piso o la madera que dificulta respirar. Luego las galerías de rostros con nombre y apellido e historias truncadas...Mujeres tal vez más jóvenes que yo, que ya no sueñan, que ya no besan, que no ríen...Tal vez sus ojos se quedaron con lágrimas.

Hijas, esposas, madres, compañeras, amigas...

Luego el canto/lamento de dos hermanos colombianos repiquetando en la sien. Una nota apaga un latido la siguiente lo acelera: Yo sólo quiero señor vivir para hacerte feliz...
con la mirada fija y la lágrima sostenida.
Lo entiendo después de un tiempo simplemente no se puede llorar más.


Salgo al pasillo, bocanada de aire, lluvia y viento.

Ya no quiero seguir, no quiero ver nada más.

Tapiar toda memoria.

A cada paso que doy aumenta la distancia

Es como si a alguien más le hubiera sucedido
Pero no a mí
Yo no perdí a nadie
Nadie en mi famila supo de secuestros, violaciones o muertes
que en casa no tuvieron velas encendidas
que no esperamos ansioso llamadas telefónicas que nos dijeran esta bien
que no visitamos morgues, cárceles u hospitales.
que los uno de diciembre no lloramos por los desaparecidos

que mi abuela no murió sin saber que había sido de su hijo

que él simplemente quiso ser uno con el agua y se fundió en la mar

En la siguiente sala mas rostros, más huesos

mas almas arrasadas

dientes que el ratón no recogió

marcos sin fotografías

lápidas solitarias
tumbas comunales

cruces de olvido.

por los desaparecidos.



Ayer fue un día demasiado frío, gris, lluvioso, triste.


3 comentarios:

Gabriel Woltke dijo...

no podía haber pasado por antigua sin ver la expo... yo me quedo personalmente con la instalación de las bicicletas...

me comentaban que en argentina hay un periódico que todos los días publica la lista de desaparecidos de esa época...

salú

Duffboy dijo...

Creo que no llegué a la instalación que menciona Gabriel, pero de veras, fortísimo dolor, y comparto tu ausencia de víctimas cercanas, pero tus versos emanan ese dolor solidario. Me encantan, más sobre el verso donde mencionas a tu padre. Abrazote.

Chicaborges dijo...

Esta es una gran exhibición sin duda.

Gracias Duff! los desaparecidos se llevan a cuestas.