Ni un puto latido
que despierte el corazón
Noche a noche
fumándome la vida
en soledad
boca a boca
entre cenizas y carmín
nuestras lenguas cómplices
sin tregua
en las heridas
y en la cama
los ojos indiferentes
sobre un cuerpo
fuente de hambre y sed
labios de carbón
apagados en la piel
ajena
dulce amanecer
domingo, 15 de junio de 2008
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