domingo, 30 de mayo de 2010

Ashes to Ashes, Dust to Dust



El estar atravesada por la religión judeo cristriana siempre sale a la luz. No sé cuántos rosarios o denarios he rezado, por lo que he pedido, por quienes he pedido. Estos tres días de han estado azotados por tantos sentimientos, pensamientos, sensaciones que la ceniza y la lluvia parecían un soundtrack cuasi perfecto. En días como esto anulo mis formas de expresión. Me veo totalmente impeturbable. Mientras me cara no muestra nada mis neuronas están trabajando a mil por una y es como si mi mente estuviera en todas partes en el presente y en el pasado, salta de un lado a otro dejándome agotada. Al mismo tiempo que alguien me pregunta si me apetece más café y contesto que no gracias, pienso en mi amiga en el décimo nivel de un edificio sin luz, en Doña Fulge que me acaba de decir que en su casa se filtraba el agua, en la manchitas que está sola en casa, en alguien que está por tener un hijo, en alguien que está muriendo, mi cuerpo va desapareciendo, qué pasará si tenemos que evacuar, las pastillas de mamá, mis pastillas, cómo estará mi hermana, Michelle, la Polly, si nos quedamos con agua, viene a mi una imagen de Mad Max, de Blindness, lo que aprendí sobre la nube de ceniza y los dinosaurios, es el cumpleaños de Ilona, no hay velas de cumpleaños sólo en toda la casa buscando alumbrar un día totalmente gris, leo pedazos de un libro de Hemminway no logro entender nada, pienso en todo lo que tengo que hacer en la oficina, cómo pediré un aumento, en el examen de tesis que haré pronto, para qué sirve todo esto, el ave maría, ahora y en la hora, estoy siendo dramática, por qué no serlo. Cómo estarán los niños en el orfanatorio de Esquipulas, cómo estarán las siembras, nos quedaremos sin fruta, subirá la luz, en el supermercado había un estante para donaciones, cómo llegará todo esto, cómo se repondrá el país, por qué no ha salido en CNN, no lo amerita, me duele la cabeza, me preguntan de nuevo café esta vez acepto y sorbo inmutable.

El estribillo de ashes to ashes, dust to dust, se queda dando vueltas. Mi mente ahora es una sala de edición con miles de películas, el estruendo de la lluvia a veces incluso se asemeja a un soundtrack, mis rezos... un murmullo. Me duele contener la voz.