miércoles, 4 de junio de 2008

Becas para jóvenes

Parte de mi trabajo es buscar fondos para becas de talentosos jóvenes del área rural para que estudien en los campus externos de la UVG en el Altiplano y en la Costa.
Los costos por año varían pero están entre los 7mil y 13milQ. Monto impensable para muchas familias. La Fundación esta comprometida a ayudar al mayor número de chicos con becas que inclusive cubren alimentación, hospedaje y transporte sin embargo todos los estudiantes aportan algo.


El Campus de Sololá: UVG Altiplano esta ubicado en la antigua base militar de Sololá. Cuando se abrió hace casi 13 años nadie quería asistir. El miedo había quedado impregnado en sus paredes.


Las barracas eran todo menos acogedoras. Qué joven querría ir a recibir clases donde los soldados marchaban, entrenaban, dormían entre otras cosas que de sólo suponer ponen la carne de gallina. La transformación que ha sufrido desde entonces es sorprendente aunque aún falta.


Otro problema grave era que ningún chico pasaba el examen de admisión. El nivel educativo era tan bajo que no superaban la primera prueba. De allí surgió la maravillosa idea del Rector Emeritus Canga Arguellues, un hombre entregado a la educación, de iniciar programa técnico en áreas de importancia económica para la zona: turismo y productos agrícolas de exportación.

Los chicos ingresan al salir de tercero básico, hacen un bachillerato intensivo y luego pasan a una especialización. Con este técnico pueden incorporarse en el Campus Central en alguna licenciatura o ingeniería.

Otro de los programas estrella de este campus es el profesorado bilingüe: maya/español. Se ofrece en los tres idiomas de la zona: cakchiquel, tzutuhil y quiché. Por casi 4 años se ha trabajado no sólo con los estudiantes sino con el 100 por ciento de maestros públicos de primer y segundo año para que ellos puedan introducir esta metodología en sus aulas. Y este año se abrió un programa especial para el área Ixil.
Además cuenta con un proyecto fabuloso llamado U PARA TODOS donde 500 miembros de las comunidades llegan un sábado por mes a recibir cursos prácticos en temas de desarrollo rural o bienestar familiar.

Creo en las becas. En la educación como herramienta de desarrollo. En que todo joven merece la oportundiad de labrarse un mejor futuro. Tal vez el número de beneficiados de este programa en especial es bajo con respecto a las necesidades del país pero es gratificante saber que por lo menos para algunos se esta haciendo la diferencia. Mi trabajo en este sentido no es una labor engorrosa sino una llena de gozo. Eso me digo cada vez que un proyecto de recaudación de meses se cae por x o y motivo y hay que empezar de cero.
Fotografías. Lissy González.



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