miércoles, 17 de septiembre de 2008

No quiero ser parte de las estadísticas


Hace años conversando con un gringo residente me decía que en 30 años de vivir en Guate su hermano lo había visitado tan sólo una vez. Fue debut y despedida. No aguantó ni entendió la violencia, agresividad e inseguridad con la que se vivía. Desde entonces trata de convencerlo que se mude a Montana y en ciertas ocasiones hasta le ha dejado de hablar.


Cuando uno nace y crece en Guatemala se insensibiliza no creo que sea apatía posiblemente es un mecanismo del inconsciente para salvaguardarnos o permitirnos vivir...Mi infancia estuvo llena de golpes de estado, cateos, estado de sitios, primeras páginas llenas de muertos, secuestros, violencia en general, noticias sobre desaparecidos, etc. Sin embargo eso no me limitó... Aún hoy cuando viajo al altiplano por la costa (una de las rutas más peligrosas) no pienso en los delincuentes y violadores que las noticias señalan como habitantes impunes de esta carretera. Veo el paisaje, pienso en la aparente placidez de los poblados y pobladores, veo el atardecer y me emociona ver el lago.


Sin embargo de regreso a la ciudad me entero que le robaron su laptop a mi cuñado después de romper el vidrio del copiloto, mi hermano me llama que lo acaban de asaltar a él con su hijo de 9 meses y con cierto alivio dice menos mal sólo me robaron el celular, la billetera y el reloj es lo que más siento por que era regalo de mi papá, mi compañera de oficina cometió la estupidez de tirarle las llaves de su camioneta al ladrón arriesgándose a que la matara, mi otra compañera en plena gasolinera vio a un hombre encañonando a otro, a un amigo le robaron una pieza de su exhibición, el chofer de la camioneta le avisó a la señora de la limpieza que se bajara por que él último pasajero en subir era un ladró.... Quién puede digerir esto, quién puede irse a la cama y no tener pesadillas y pensar en el día que le toque ser parte de las estadísticas....


Rosario en mano, encomendada, con las velas que prende mi mamá por cada uno de sus retoños y a la calle keep walking...día a día.

2 comentarios:

Moniquita dijo...

Sin querer sonar como cristiana rematada (porque no muy que soy así)... Qué mejor razón para agradecer CADA DÍA por nuestra vida! Si en medio de tanta violencia diaria, aún podemos llegar sanos y salvos a nuestra casa, trabajo, lugar de "retozo", etc, es razón para estar agradecidos,creo yo! :o)

Uno aprende a lidiar y "convivir" con lo que le rodea... Así como el hermano del gringo que mencionás, de igual manera podríamos nosotros preguntarle a muchos gringos cómo pueden vivir en áreas donde los tornados llegan levantando cuanta casa se le antoje!!! Creo que al final lo que cuenta es vivir cada día al máximo... Respetando el derecho de los demás, por supuesto, pero haciendo todo lo que uno quiere sin importar el qué dirán!! Disfrutar de un día a la vez, porque es todo lo que tenemos asegurado y dejar de preocuparnos tanto por el mañana! :o)

Por cierto Lore, te acordás de cuando en nuestra maravillosa época del Lehnsen nos hacían llevar un pañito para taparnos la boca y nariz en caso de bombas lacrimógenas! jajaja Qué tiempos!!! jajaja

Un abrazo!

J M dijo...

100% de acuerdo. Me identifico contigo. Mi situación tal vez es peor, pues al ser periodista día a día convivo con lo más feo, lo más brutal, de la ciudad. Vivo mala de los nervios, oigo cosas, miro sombras...
Triste, pero cierto. Un saludo.