Cadena de eventos...

Hace unos días terminé de leer Paradiso de Lezama Lima, para aquellos que lo han leído recordarán que inicia con un ataque de asma. Cuando lo leí se me cortó la respiración. Me sucede cuando oigo, veo o leo un de estos ataques por que recuerdo los míos y cómo uno siente que morirá de asfixia entre flemas asquerosas. Así un tanto jadeante seguí leyendo...

El fin de semana lo pasé en cama y vi The Hand That Rocks The Cradle y allí hay una escena fuertísima de asma. Y palidíe lo quité y me puse a leer algo que quitara de mi mente la sensación de unos labios morados y un piel verde.

Lo que yo consideraba una alergia se tornó en una tos conocida como de chucho, al día siguiente estaba total y asquerosamente congestionada. Vino la efedrina y el Ventolín. Tenía años de años de no tomarlo. Temblorosa pero aliviada. Mentalizándome que estaba bien. Vine a trabajar. Estuve un buen rato sin toser cuando de pronto me vino después de 12 años un ataque de asma. La última vez un profesor de la Universidad tuvo que cargarme y llevarme a la emergencia del Pilar. Recuerdo que mi papá llegó más pálido que yo y lloraba al verme bien. En fin esto del asma no es sólo toser tiene un montón de implicaciones emocionales.

Como bromeamos con una amiga estuve en las fauces de la muerte. Las venas de mis sien a punto de explotar, totalmente morada, ahogándome con la tos. La ODIO.

Acá en la oficina nadie sabía que hacer y a pesar de mi histeria fui yo la que me dije a mi misma que tenía que respirar profundamente.

Estoy mareada, adolorida, temblorosa, llorosa, agitada, pero feliz de que haya pasado. Estos días me mantendré huyendo de cigarrillos, perfumes, aires acondicionados y cualquier cosa que me dispare la tocesita cochina. Qué bueno es poder respirar.

Foto tomada de http://www.todoasma.com/