Mi mente y corazón están en un laberinto, apenas sé en qué punto estoy menos aún sé si el camino que tomé para encontrar el centro es el correcto, es uno de tantos quizás. SP
Retomo la idea de la columna de Javier del miércoles pasado, sobre la Odisea. Al leerla pensé en lo que había dejado atrás, en lo que buscaba, en fin en tantas cosas. Me vino a la mente el ese viaje en el que todos nos embarcamos por diferentes motivos y en diferente compañía buscando algunas veces llegar a un sitio o marcharnos de otro. Las peripecias y los frutos.
El viaje es íntimo y a través de las letras. Me es difícil hablar y las palabras siempre han sido mi vehículo. Ellas me llevan a todos y a ningún lugar en específico. Son maravillosas, poderosas, voluntariosas y yo no me resisto.
Hace unas semanas regresó una querida amiga a quien tenía casi cuatro años de no ver. Nos habíamos mantenido en contacto esporádico y contado brevemente “cosas” que nos habían pasado pero de una manera muy superficial. El fin de semana en un viaje a Xela de muchas horas y un mal camino nos pusimos al día. Fue un viaje al pasado un tanto doloroso, duro, difícil pero la compañía no pudo ser mejor. No me había dado cuenta de lo mucho que necesitaba hablar, ser escuchada y no recibir consejos o comentarios. Sentirme querida y no juzgada o evaluada psicológicamente. Tenía años de tener tapiadas tantas cosas…que ayer por la noche tuve una sueño tranquilo como en pocas ocasiones.
Yo trato que las cosas “malas” que me pasan en la vida me sirvan para reflexionar, crecer y para fortalecer el carácter el espíritu y no amargarme. A veces es difícil porque cómo no sentir rabia, rencor, decepción. A mi a veces me asusta la incapacidad que tengo para mostrar mi enojo, dejo que las cosas reposen y pasen aunque hay pequeños puntos tal vez insignificantes a la vista de otro que me enervan, aún así el enojo me dura poco, tal vez lo que el café tarde en enfriarse. Esta incapacidad para enojarme también congela otros sentimientos y por ratos dejo de sentirme el pulso. Alguien alguna vez citando Inmortal Beloved me dio “The manner in which you thump out the notes without the slightest thought as to their meaning is unforgivable. And your lack of passion is unforgivable” En esa ocasión un tanto ofendida le dije y me dije que talvez eran las circunstancias las que no ameritaban la pasión…luego se hizo costumbre. Y en muy raras ocasiones muestro lo que siento…, para algunos será malo para otros normal, todo el mundo tiene un comentario. Para mi es natural y cómodo.
Hace unas semanas regresó una querida amiga a quien tenía casi cuatro años de no ver. Nos habíamos mantenido en contacto esporádico y contado brevemente “cosas” que nos habían pasado pero de una manera muy superficial. El fin de semana en un viaje a Xela de muchas horas y un mal camino nos pusimos al día. Fue un viaje al pasado un tanto doloroso, duro, difícil pero la compañía no pudo ser mejor. No me había dado cuenta de lo mucho que necesitaba hablar, ser escuchada y no recibir consejos o comentarios. Sentirme querida y no juzgada o evaluada psicológicamente. Tenía años de tener tapiadas tantas cosas…que ayer por la noche tuve una sueño tranquilo como en pocas ocasiones.
Yo trato que las cosas “malas” que me pasan en la vida me sirvan para reflexionar, crecer y para fortalecer el carácter el espíritu y no amargarme. A veces es difícil porque cómo no sentir rabia, rencor, decepción. A mi a veces me asusta la incapacidad que tengo para mostrar mi enojo, dejo que las cosas reposen y pasen aunque hay pequeños puntos tal vez insignificantes a la vista de otro que me enervan, aún así el enojo me dura poco, tal vez lo que el café tarde en enfriarse. Esta incapacidad para enojarme también congela otros sentimientos y por ratos dejo de sentirme el pulso. Alguien alguna vez citando Inmortal Beloved me dio “The manner in which you thump out the notes without the slightest thought as to their meaning is unforgivable. And your lack of passion is unforgivable” En esa ocasión un tanto ofendida le dije y me dije que talvez eran las circunstancias las que no ameritaban la pasión…luego se hizo costumbre. Y en muy raras ocasiones muestro lo que siento…, para algunos será malo para otros normal, todo el mundo tiene un comentario. Para mi es natural y cómodo.
Sin embargo ayer pude sentir tantas cosas que tengo una extraña sonrisa en el rostro, de alivio, de gozo, de complacencia no sé. Aún no sé a qué sitio me llevarán las palabras transformadas en sentimientos pero debo confesar que de vez en cuando hace bien hablar y que sentir se siente bien.
2 comentarios:
A veces sí sucede como dice la rola de Eros: "en compañía, las cosas son perfectas".
Es increíble como la sola presencia modifica el paisaje... estos han sido buenos días, llenos de esperanza...
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