El café lo llevo en la sangre, es parte de mi y me encanta compartirlo.
Tomarse una taza de café con alguien es complicidad, amistad, cariño, armonia.
Tomárselo sólo es meditar, llenarse el espíritu de su fuerza, de la textura, de lo intenso de su sabor.
Un café, dos cafés, tres, cuatro... los que sean ...Eso si no con cualquiera se toma uno una taza de café.
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