Afortundamente fui a ver el estreno en Guate-ciudad de la obra los Gigantes de Antonio González puesta en escena por el grupo Armadillo. La cita era Casa Cervantes a las 18:30 y mi atrofiado GPS estuvo a punto de impedirme llegar.
En el patio de la Casa estaba puesto un escenario con escasos elementos, una banca con hojas de periódico dispersos sobre una tarima. Hace unos meses Vania Vargas en el blog de Luna Park hacía una breve reseña de la obra. Indicaba que la obra transcurría en cámara negra, una luz enfoca sólo aquellos detalles que el director indica. En este caso el escenario estaba sujeto a la luz de la luna. En el espacio antes mencionado aparecían tres personajes: Victoria (creo que en la obra original es Víctor), Demetrio y un peatón. Curiosamente en el diccionario de nombres Víctor aparece como el vencedor y quien fácilmente se enreda en utopías y Demetrio como el que ama la tierra y tiene un extremo sentido del deber. En el caso de los personajes de la obra de alguna forma este simbolismo parece estar patente.
En esta versión de uno de los protagonistas uno de los personajes principales es Victoria no Víctor. Desde su entrada me recordó de cierta forma otra obra en dos actos: “Happy Days” de Samuel Beckett, donde esta pareja semi enterrada (física o mentalmente) dialogan de la vida con cierta ironía, optimismo-pesimismo y hasta con cierta resignación. Esta obra de teatro me vino a la mente en el momento que los protagonistas dialogan sobre la ausencia de buen teatro y que todas tratan el mismo tema haciendo referencia a que las últimas obras son “todos los días” o “el último día”. Tanto los Gigantes como “Happy Days” puede incluirse en el teatro del absurdo ya que son portadoras de un agudo humor negro y tratan de cierta forma temas existencialistas.
Irónicamente a pesar del miedo en los personajes aún queda la interrogante o el dejo de esperanza si aquel día sus vidas finalemnte cambiaran. No importa lo mal que se sienta; no importa que realmente tenga la sensación de que el mundo se hunda, o si es una existencia mediocre. Tratan de rescatar algo…
En esta ocasión los miedos cobran la figura de Gigantes, unos Gigantes que sólo se escuchan de cuando en cuando, pero que aún sin estar presntes físicamente atormentan a los pobladores. Estos enormes seres (miedos) que todos vivan presos de la incertidumbre, escondidos en sus casas, dejando atrás toda actividad o deseo. Para los pobladores de aquella tierra sin nombre y apellido sus únicos vínculos con el exterior son viejas ediciones de periódicos y el teatro. Así como lo harían Winnie, uno descubre que su vida no siempre fue así, antes de los gigantes o antes de estar enterrados eran seres funcionales en un caótico mundo. Realmente nunca se llega a establecer cómo empezó todo y si algún día cesará.
Mi parte favorita es cuando como sonido de fondo, se escucha una gota caer, taladrar… y Victoria y Demetrio manejan magistralmente una pareja de títeres. Es hasta cierto punto como un texto borgeano donde el títere es manejado por un titiritero que a la vez es el titiritero de alguien más.
Los actores Astrid González (Victoria), Guillermo Santillana (Demetrio) y Roberto Braham (peatón/dramaturgo) hacen gala de sus recursos histriónicos y como titiriteros. Una dicción fenomenal, un lenguaje corporal sumamente expresivo nos mantiene atentos y complacidos.
Esta obra de teatro sin duda no es como las otras, si tiene oportunidad de verla háganlo. Es sumamente interesante.
Gracias a Manisfestarte por invitarnos y felicitaciones al dramaturgo y al elenco de la obra.
En esta ocasión los miedos cobran la figura de Gigantes, unos Gigantes que sólo se escuchan de cuando en cuando, pero que aún sin estar presntes físicamente atormentan a los pobladores. Estos enormes seres (miedos) que todos vivan presos de la incertidumbre, escondidos en sus casas, dejando atrás toda actividad o deseo. Para los pobladores de aquella tierra sin nombre y apellido sus únicos vínculos con el exterior son viejas ediciones de periódicos y el teatro. Así como lo harían Winnie, uno descubre que su vida no siempre fue así, antes de los gigantes o antes de estar enterrados eran seres funcionales en un caótico mundo. Realmente nunca se llega a establecer cómo empezó todo y si algún día cesará.
Mi parte favorita es cuando como sonido de fondo, se escucha una gota caer, taladrar… y Victoria y Demetrio manejan magistralmente una pareja de títeres. Es hasta cierto punto como un texto borgeano donde el títere es manejado por un titiritero que a la vez es el titiritero de alguien más.
Los actores Astrid González (Victoria), Guillermo Santillana (Demetrio) y Roberto Braham (peatón/dramaturgo) hacen gala de sus recursos histriónicos y como titiriteros. Una dicción fenomenal, un lenguaje corporal sumamente expresivo nos mantiene atentos y complacidos.
Esta obra de teatro sin duda no es como las otras, si tiene oportunidad de verla háganlo. Es sumamente interesante.
Gracias a Manisfestarte por invitarnos y felicitaciones al dramaturgo y al elenco de la obra.
7 comentarios:
Hola Chicaborges, qué puedo decir, gracias por hacer este análisis de mi obra, realmente me ha parecido acertado en muchisimos aspectos, lamento aún que los gigantes siga entrando en el esquema del teatro del absurdo, pero es algo con lo que ya no hecharé batalla. Mil gracias de nuevo por tomarte el tiempo para analizar a los gigantes, siempre hay cosas que ni yo mismo supe, pero que ahora voy descubriendo y sobre todo con este tipo de comentarios, me abren la mente hacia otras cosas. Sigo entonces en el oficio -que suelo tener-, escribo ahora una nueva obra que espero poder terminar en estos meses. espero, tal y como sucedio con los gigantes, lograr algo con el público. muchos saludos y de nuevo, reitero mi agradecimiento. un abrazo gigante
Antonio
Fue un gusto ver tu obra puesta en escena. ¿cómo la puedo conseguir en papel? Te felicito la obra lo mantiene a uno pendiente y reflexionando sobre todas esas aparentemente austentes pero que están allí con gran fuerza. Felicitaciones de nuevo y estaremos muy, muy pendientes de la próxima. Abrazo gigante pa ti también.
Puedo obsequiarte un ejemplar impreso de los gigantes o bien enviarte un pdf, elige y cuentame que te pareceria mejor.
Me encantaría el ejemplar impreso. Chapada a la antigua prefiero el papel a la pantalla. Pongámonos de acuerdo...
Bien, estuve investigando si tenias un link hacia tu correo, pero no lo veo por ningun lado, entonces, me puedes escribir al zoomo@latinmail.com para contactarnos y ver de que forma te entrego la copia. un saludo y un abrazo.
Antonio
Antonio, te mandé un par de mails pero por si acaso no te llegan mi dirección es chicaborges@hotmail.com / oflores@uvg.edu.gt
Lorena, te estoy tratando de llamar pero por alguna razón se calló la llamada y no consigo reestablecer el asunto. Voy a tratar de llamarte más tarde.
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