En medio de todo me dio risa y me pareció tan coloquial el término que se utiliza para preguntar si uno está embarazado. ¿De dónde vendrá está frase y a qué se referirá? ¿Otra enfermedad? por eso seguramente dicen que cuando uno da a luz se alivia.
Para contextualizar tan perturbadora pregunta les voy a contar los pormenores. Ayer fue un día ajetreada después de una noche de poco dormir. Tuve varios problemas en la oficina, corrí a la zona uno a traer unos expedientes, me vi atrapada en el tráfico de ida y de regreso, había un calor opresor yo de traje sastre sin poderme quitar el saco porque se me cayó un botón en el sitio menos adecuado (por lo menos no para la ocasión). Regresé al chance sin comer con dos cafés encima y un helado de esos amarillos de pura azúcar, hielo y jarabe que venden en el parque. Luego fui a Sophos a reunirme con Julio,Javier y Gabriel; pedí otros dos cafés y oigan señores y señoras un pie de nuez.
Da la casualidad que soy hipoglucemica, el azúcar entra a mi sistema y lo atropella así que tengo que ser cuidadosa!! no café no postres sin comer.
En fin empecé a sentirme mal, luego lo usual, la lengua gorda, me cuesta respirar, me pongo
medio verde, fría, con pies y manos dormidas. Pedí agua más agua. Decido irme, me dicen que mejor me quede pero no empecinada pido la cuenta y me voy. Camino al parqueo y ya siento las piernas aguadas, llego hasta la garita, extiendo el ticket y Zas al suelo! Un amable caballero de tennis y pelo parado me hablaba diciéndome si estaba bien, no estaba segura me dolía la cabeza había dado con un banquito plástico, la mano con piedrín incrustrado en fin no sabía que contestar... El señor de la garita pensó que había tirado su impresora, sintió cierto alivio que no fuera su impresora la que sonó a plátano y luego me dijo son quince, el patojo le preguntó mi ticket no el de ella... Para esto no quería ponerme de pie porque sabía que no podía.
Llamé a Javier, nada... llamé a Julito y me contestó me dijo que iban para allá...fueron los cinco minutos más largos. Así pues ya sentada en el banquito de la garita el señor me preguntó ¿Seño esta en estado interesante o tiene alguna otra enfermedad? Al poco llegaron los tres reyes magos al pesebre que se había convertido la garita. Es una lástima que los tres no tuvieran nombre que empezara con J así en honor a los tres le hubiera puesto Juan.
Mi hermana llegó por mi y ya salva y sana en casa cada vez que me recordaba de la pregunta me daba risa.
Gracias chicos, prometido no llamar la atención de esa forma.
Así pues no más café y dulces...por un par de meses... mientras me compongo.