miércoles, 5 de diciembre de 2007

Bienvenido Rodrigo


El 30 de noviembre nació mi cuarto sobrino (3 hombres y una mujer). Cuando por fin se supo qué iba a ser mi hermano exclamó ¡Otro palomudo! Lo suyo es la agronomía no la poesía pero me pareció sublime su exclamación.
Mi primer sobrino vino hace 13 años este 10 de diciembre el segundo 12 en abril, la tercera 6 en octubre y esta nueva bendición apenas hace 5 días. No terminamos de maravillarnos, un lo ve de arriba a abajo, por delante y por atrás, a los lados desde cualquier ángulo y siempre nos parece bellísimo. Es curioso como cualquier cosa es una gracia inclusive que saque el aire por donde sea un chille como el solo. Aún el llanto es música y a uno no le queda otra que exclamar que lindo.
El nacimiento siempre es una promesa, es como si todos nos renováramos. Cada vez que puedo tomarlo en brazos y tenerlo cerca del pecho los latidos se sincronizan hasta contagiarme de su paz.

3 comentarios:

Gabriel Woltke dijo...

`felicitaciones pues y recomendacion: hacer una lista previa a la cita con el confesionario. tenes razon esto del nacimiento es como que abrir un signo de interrogación, eso si sigo que pensando que yo nunca voy a lanzar esa duda.

Duffboy dijo...

"Aun el llanto es música", versus "Otro palomudo!", está difícil, elegir. Los niños nos vuelven "ultra-sensitivos", como diría Javier. Felicidades, Lorena, de veras.

Chicaborges dijo...

Gracias chicos por las felicitaciones. Rodrigo no ha perdido su encanto en estos 10 días. Yo me gozo a mis sobrinos por que nunca he tenido clara de tener hijos propios. Así que es lo más cercano...