La temporada navideña en mi casa inicia las primera o segunda semana de noviembre, dependiendo del ánimo, el frío o simplemente el tiempo disponible. Este año al día 12 ya estamos completamente adornados.
La primera señal es cuando empiezan a desaparecer ciertos adornos, fotografías, uno ve a las personas limpiando con mayor afán y por su puesto no podía faltar los retoques de pintura y pulido de pisos. Luego viene la invasión de cajas rotuladas: luces, bombitas, árboles, nacimiento, guirnaldas, listones, velas etc... La sala es la primera en sufrir la transformación, los cojines tradicionales son cambiados por unos de motivos festivos, se adorna la chimenea, se pone leña, ángeles, guirnaldas, velas y demás por todos los rincones. Por supuesto el árbol grande donde se irán colocando los regalos. El comedor es el siguiente ambiente a adornar, se sacan manteles, individuales, vajilla, se coloca un árbol más pequeño que suele tener las cosas de comer que nos regalan. La cocina no podría quedarse atrás...hasta la refri termina con imanes de la época y la despensa esta llena de cosas engordativas!! viva los carbohidratos y las grasas.
Las escaleras, puertas, habitaciones y hasta el jardín terminan decorados, es más si uno esta mal parado seguro termina disfrazado de duende.
La inauguración oficial es el Día de Acción de Gracias, cualquiera nos podría acusar de agringados pero me encanta el día, mi familia nucelar y mis amigos viene y festejamos. Damos gracias por lo que el año nos ha traído, por los logros de cada uno, por la cosecha que esta a punto de empezar y recordamos a los que no están con nosotros pero que llenaron nuestra vida de alegrías y bendiciones. Este año en particular daremos gracias por mi nuevo sobrino, Rodrigo que esta por nacer.
Me encanta meterme a la cocina por horas y tener una bella mesa con rica comida, verlos a todos sentados, contentos y a gusto. Ese es si duda el mejor momento. Estar con la gente que quiero y sentirme agradecida. Creo que la vida esta llena de esos pequeños momentos en los cuales uno se siente en paz, es decir feliz. Por pequeños que sean son una bendición.
