lunes, 6 de octubre de 2008

Crónica de una muerte anunciada


Este post no se trata de mi, ni de lo que siento. Sino de los muchos amigos con los que pasé parte de mi adolescencia. Con ellos aprendí a ver y odiar todos los excesos. Con ellos vi lo que era no tener deseos, ni planes, lo que era vivir el momento sin importar nada. Lo que era construir para destruir. Ellos me enseñaron a querer vivir una vida totalmente distinta a la que tenían.
La mayoría están borrachos, drogados o muertos. De todos creo que sólo uno está bien, trabajando en USA noche y día.


Luis Fernando Morales Abril 1971- Octubre 2008

Lo conocí cuando tenía unos 12 años y él 15 pero me parecía como si él ya lo hubiera vivido todo. En contra viento y marea, a esa edad decidió, ir a vivir con una chica más o menos de la misma edad. En Barberena fue escandaloso pero no como lo hubiera podido ser en la ciudad. Para algunos era una prueba del lo macho que era. Para mí fue difícil de concebir a alguien de esa edad viviendo con alguien. Al poco tiempo los papas de la chica la “rescataron” y la enviaron USA. Creo que nunca más supo de ella.

Él era el hijo mayor, tenía un hermano y una hermanita. Su apodo era canisho… y su origen era hasta cierto punto triste. A su padrastro y padre de sus dos hermanos le decían Luis Caca por que al tomar algunas veces lo habían encontrado defecado. Con este ejemplo creció y gracias a la costumbre del señor en cuestión heredó el apodo. Como era blanquito también le llamaban caquita blanca…En fin.

Nos hicimos amigos aunque poco teníamos en común. Llegamos a apreciar mucho nuestras diferencias. Yo insistía en que no fumara cuando estaba conmigo y bebía de forma racional en las fiestas a las que íbamos. Únicamente lo veía para las vacaciones luego regresaba a la Capital y pasábamos varios meses sin saber uno del otro.

Para mis Quince Años lo invité con otro grupo de amigos de Barberena, hicieron un relajito que apenas. Se pelearon, cantinearon grueso con las chavas y se robó la muñeca de mi pastel. Una de las cosas más fetichistas que me ha sucedido. Según su hermano pasó varios años con la “bendita” muñeca.

Nos graduamos del colegio, creo que él lo hizo dos años después. Se graduó de maestro. Era difícil pensar en él enseñándole. No quería imaginar ni qué les enseñaría a los jovencitos mucho menos a las niñas… Luego vino la universidad algo que para él ya no tenía sentido. Nunca lo pensó. Simplemente no estaba en sus planes. Lo enviaron a una aldea de profesor-director y por un tiempo vivió en paz. Muy poco creo yo.

Estaba en tercer año cuando alguien lo apuñaló en una pelea en una fiesta de la feria. Para este entonces yo ya no iba. Lo fui a ver al hospital. Lucía avergonzado y deteriorado. El silencio se apoderó de nosotros por un buen tiempo hasta que después volvimos a tener la confianza de antes. Se recuperó y no supe de él aunque prometimos no perdernos la pista.
La siguiente vez que supe de él era porque salía con una señora casada y se había tenido que ir del pueblo por que el esposo quería matarlo. Pasaron varios meses y tuvo un accidente en moto. Esta vez no lo fui a ver al hospital. Lo vi en la calle un día que estaba en Barberna. Pasó por mi casa y yo estaba bajándome del carro. Tenía lentes oscuros cuando me acerqué a saludarlo sentí un hundimiento en su mejilla, alquilarse los lentes vi que su pómulo estaba deshecho y casi había perdido el ojo.

Fue inevitable poner cara de “susto”. No intentamos hablar sobre nada en concreto. Al cabo de un rato se fue y nunca más volví a verlo. Sin embargo, siempre me llegaban noticias que si las drogas, el alcohol, las mujeres. Que se había casado y tenía dos hijas. De nuevo que drogas, el alcohol, las mujeres…

Ayer volví a saber de él. Te recordas de caquita me dijo un amigo en común. Murió. Tuvo un lío con su mujer. Se fue de la casa, se llevó a las niñas. Estaba hecho mierda y ayer se colgó.
Luis Fernando como cuando éramos niños te abrazo.

7 comentarios:

Juan Pablo Dardón dijo...

Ahora que leo esto, recién venido del hospital de ver a mi primo que le metieron un tiro en la boca por robarle el carro y por brincón, hago una comparación mental entre ambos. Los demonios Lore, nos ganan, no son los espantos ni aparecidos, si no los fantasmas de dentro.

Moniquita dijo...

Mi sentido pésame por la pérdida de un amigo Lore... Como quiera que sean, uno aprende muchas cosas de los amigos y siempre se llevan en el corazón!!! Esperemos que, finalmente, esté descansando en paz!

Un abrazo Lore!
M

Chicaborges dijo...

Estuve un par de días montada en montaña rusa del duelo, sentí de todo pero el sentimiento predominante fue la cólera. En fin ojalá que este libre...

Anónimo dijo...

Todos vivimos a distintas velocidades y los riegos fluyen igual. Q.D.E.P. tu amigo de alma agitada y que la lección valga la pena. Muy bonitos tus textos, primera vez que paso por tu casa, saludos.

Duffboy dijo...

Amigazos! Duro la vida, la amistad se supone que debe hacerla más fácil. Lamento sus pérdidas muchachos, los quiero a tod@s.

Chicaborges dijo...

Cristian , gracias por la visita. Hay cosas simplemente que cuestan entenderlas. En fin...

Duffman: idem!

Rodrigo dijo...

Hay un poema de José Martí al amigo muerto que mas o menos dice:

Yo tengo un amigo muerto
que suele venirme a ver:
el amigo se sienta y canta;
canta en voz que ha de doler:

El corazón es un loco
que no sabe de un color:
o es su amor de dos colores,
o dice que no es amor.

Hay una loca más fiera
que el corazón infeliz:
la que le chupó la sangre
y se echó luego a reír.

Corazón que lleva rota
el ancla fiel del hogar,
va como barca perdida,
que no sabe a dónde va. ”

En cuanto llega a esta angustia
rompe el Inuerto a maldecir:
le amanso el cráneo: lo acuesto:
acuesto el muerto a dormir.

Te felicito por el blog,

Rodrigo