A La ciudad que alimento
Reflejo del tedio
Que techa las casas suspendidas en cuadras
De un maltrecho tablero de ajedrez
Parecen monótonos recuerdos repetidos una y otra vez
Con leves variaciones
Salpicadas las calles de una hondura abismal
Atrapan pies y almas, porvenires y presentes.
Los años vividos en otros sitios son simplemente ilusiorios
Esta ciudad que yo creí mi pasado es el hoy
yo he estado y estaré.
1 comentario:
Me encanto... Saludos!!!
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